jueves, 14 de noviembre de 2013

Un Cuento Corto

Un Cuento Corto 


Sencilla era tu ira acumulado la que cargaste en mi, en el primer momento solo eras una serie de imágenes que no evolucionaban, pero mi mente era mas poderosa, poco a poco te lo hacia creer y el poder en ella crecía gracias a ti, acumulando cada vez mas a ese ser inconfundible; varias capaz en sus ojos se hizo presente en una voz, y ya nuestra lujuria le daba forma a algo borroso pero firme ante el deseo que no le pertenecía.

De una semana propuso un día, de infinitas igualdades distantes que se encontraban ocultas en él; Apareció, me acariciaba cada vez más fuerte se apoderaba sigilosamente de mi sonrisa, mis manos sudaban con rudos movimientos; Eran varias horas y necesitaba desviar la atención en algo con lo cual cerraba los ojos, brillaron por dentro dejando la imagen dispersa y al fin volé, volé alto, alcance el suelo, mis pasos solo se acercaban a su piel pintada de prejuicios; luego una mirada arrogante me bajo de un golpe sin saber que iba alto, sus enormes brazos rodearon mi cintura era increíble permanecer ahí, donde lo esperaba sus palabras me hacían querer perderme en ellas pero  me seguían bajando, caminando por fin le di la espalda y la lagrima salió de mi.


Lara - Zulia 
Septiembre, 2013
Lu Quercia 

viernes, 1 de noviembre de 2013

1003

1003

En ocasiones tengo la misma pesadilla que me hizo crearte fascinante y complejo,
cada entrada es diferente pero siempre lleva al mismo cuarto de tonos grises,
luego me miras y me dices que descubriste mi colección de vino tinto,
mi sonrisa te reta y te dice que no te cree, jamas podrías entrar en la verdad;
y tus manos se aferran a las mías,
la ira se te sube a la cabeza intentando sacarme de mi cuarto de cristal,
el sonido de maldad va conjunto con tu suspiro que recorre mi temor,
tu mirada toca dentro de mi y es lo que te hace vivo, tus pupilas desaparecen
solo dos colores opacos te adornan y poco a poco lo ves;
mi miedo va acelerando lo que mi calma intenta desecar y me doy cuenta que lo acechas,
solo que no lo sabes, justo en el tiempo; que hizo a este año distinto al resto,
ves que algo late y vas descifrando los números y sorprendido te asustas y ya no hay vuelta atrás, tus ojos no te dejan; intento hacerte volver pero el deseo de dominarme se hace cada vez mas grande,
caes en un profundo trance pasan horas y tus ojos siguen de los dos tonos opacos
y justo ahí se para en el 1003.

Coleccionista 
Noviembre, 2013
Lu Quercia